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Más de cuatro mil palabras de esta lengua milenaria son utilizadas actualmente en el castellano. Su influencia traspasa nuestro léxico y nuestras expresiones.Hoy, en el Día de las Lenguas Originarias, le rendimos un merecido homenaje.
Siglos atrás, el quechua no solo se concentraba en los andes peruanos. Aunque cueste creerlo, el idioma del Imperio incaico también se extendía por toda la costa, incluso en Lima, indica Agustín Panizo, director de Lenguas Indígenas del Ministerio de Cultura.
Con el pasar de los años, desde la llegada de los españoles, esta lengua milenaria ha ido desapareciendo. Sin embargo, ha dejado huellas profundas en nuestra comunicación diaria. Todos,sin saberlo, hablamos algo de quechua.
‘El uso del quechua ha disminuido mucho. Hace 25 años, lo hablaban 12 millones de personas en 7 países. Hoy solo 8 millones’. Julio Calvo, doctor en Filología y académico de la Lengua Española en el Perú, autor del Diccionario Etimológico de Palabras del Perú.
Según el doctor Julio Calvo, autor del Diccionario Etimológico de Palabras del Perú, más de 4 mil palabras del quechua son usadas actualmente en el castellano.
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Así encontramos quechuismos como pucho o colilla del cigarro (del quechua puchu o resto). Además de yapa (del quechua yapay), cóndor(kuntur), ojota(usuta) o chingana (chinkana),que mencionamos en la vida cotidiana.
Sin embargo, esta no es la única influencia que la lengua de los incas tiene en nuestras vidas. A decir del investigador Agustín Panizo, muchas características de nuestro hablar provienen de la gramática quechua, como el uso de la palabra ‘ya’ al final de las expresiones, o el orden de frases posesivas como: ‘de Juan su casa’.
Pero ¿por qué los peruanos no conocemos ni valoramos estas raíces? ‘En el Perú existe un rechazo por lo propio, una ignorancia sobre nuestra realidad lingüística’, lamenta Panizo.
Detrás de una lengua originaria no solo están los códigos comunicativos, indica. ‘Cuando desaparece una lengua -y en el Perú ya se han extinguido al menos 37-, desaparecen también saberes ancestrales, formas de vida, identidades y culturas completas’.
De ahí que resulte incomprensible cómo en el Perú, un país con 47 lenguas indígenas (4 de ellas en peligro y 17 en serio peligro de desaparecer), todos los servicios públicos se ofrezcan en castellano.
Por este motivo, muchas familias de comunidades y caseríos prefieren que los niños aprendan castellano o inglés, antes que sus lenguas originarias, para así evitar que sean excluidos o discriminados.¿Qué se puede hacer entonces?
Según Panizo, urge cambiar el Estado monolingüe en el que estamos, a un Estado multilingüe, capaz de atender a todos los peruanos sin vulnerar sus derechos lingüísticos.