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Si quieren conocer el verdadero carácter de una persona, pueden darle poder o darle dinero, que es lo mismo. Mucho dinero. Millones de dólares para gastar. También puede ser una pequeña fortuna, para saber cómo tratarán, de ahora en adelante a sus conocidos y qué decisiones tomarán sobre su vida.
Y como se ha conocido antes en historias de horror, muchos que terminaron ganando la lotería terminaron peor de lo que empezaron o incluso muertos, sea por sus vicios o por querellas familiares. Pero hay personas que tienen un vicio muy particular.
De hecho, uno muy contemporáneo y que factura tanto como las drogas y el alcohol: el negocio del lujo. Las marcas de lujo que comprenden ropa, complementos y belleza. Chanel, Hermés, Dior, etc. Casas de moda con prestigio de décadas, precios inaccesibles y con productos que hacen los sueños aspiracionales de muchos.
Y esa fue la perdición de la joven Jiaxin Lee, de 21 años. Los bolsos que cuestan el PIB de un país en vías de desarrollo fueron la muestra de lo que hizo con 3 millones de dólares que le depositó su banco por error, a sus tiernos 17 años. Creyendo (o eso dice ella) que el dinero se lo obsequiaron sus padres, ni corta ni perezosa, dispuso de él como si fuera una Kardashian o una heredera de un millonario ruso.
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De hecho, llegó a gastarse 220 mil dólares tan solo (sí, tan solo) en la sucursal de Dior en Sidney, Australia. Se compró una joya de la casa francesa y también fue a Hermés por 13 de sus famosas pañoletas. Su mayor excentricidad fue comprarse una almohada de Chanel de “solo” mil 350 dólares.
Claramente, coleccionó complementos de lujo hasta donde su riqueza se lo permitió.
Por supuesto, su banco, Westpac, se dio cuenta de todo lo que había hecho ella con el dinero. Y Lee fue arrestada este mes, en pleno aeropuerto de Sidney, por gastarse casi todo lo que le depositaron cuando ella ni siquiera tenía fondos propios.
Le confiscaron 24 ítems, reportó el periódico británico “The Sun”. Todavía tenía 4 mil dólares en efectivo y planeaba volver a su natal Malasia. Ella prometió que sus padres pagarían todo.
Vía Publimetro México
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¡A la cañita dile no!
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