11:46. Varsovia, may. 7. Más de 240.000 personas se manifestaron el sábado en Varsovia para “preservar el lugar de Polonia en Europa”, amenazada por la política del partido conservador en el poder, anunció el ayuntamiento de la capital polaca.
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Se trata de una de las manifestaciones más importantes en Polonia desde la caída del comunismo en 1989.
La inmensa protesta se formó cuando una marcha anual en defensa de la Unión Europea (UE) se fundió con otra manifestación, organizada por grupos pro-democracia y partidos de la oposición.
La mayoría de partidos de la oposición parlamentaria, entre ellos Plataforma Civica (PO, liberal), Nowoczesna (liberal) y el partido de los campesinos PSL, y extra-parlamentaria como el partido socialdemócrata SLD o Los Verdes, participaron en la marcha.
A medida que iban avanzando hacia el centro de la ciudad, los manifestantes gritaban eslóganes en favor de la Unión Europea y de la democracia, como “libertad, igualdad, democracia”, y alzaban banderas polacas y de la UE.
“Estamos aquí porque queremos luchar por la libertad de Polonia, por la democracia”, declaró el expresidente Bronislaw Komorowski durante la marcha.
“Mucha gente piensa que esto acabará como un Maidán polaco. Espero que no lleguemos a este punto”, dijo a la AFP una manifestante de unos 70 años, Danuta Grzymkowska.
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“La gente que debe representar a los polacos, sólo representan los intereses de un solo partido”, insiste Rafal Zagorowski, de unos 60 años. “Se comportan como un partido bolchevique en la Rusia soviética (…) Tengo miedo que Kaczynski (Jaroslaw Kaczynski, presidente del partido en el poder Derecho y Justicia, PiS) nos lleve al enfrentamiento, al derrame de sangre”.
La protesta tiene lugar en medio de una crisis política desencadenada por las reformas que el partido conservador Derecho y Justicia (PiS), quiere aplicar a la Corte Constitucional, el máximo órgano judicial del país.
Aunque quiere seguir perteneciendo a la UE, fuente de importantes subvenciones desde que Polonia formó parte de ella en el 2004, el gobierno de Derecho y Justicia de Beata Szydlo se encuentra en una posición difícil respecto a varias instituciones europeas a raíz de sus polémicas reformas, como la de la Corte Constitucional.