JOSÉ BARRETO
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La gran mayoría de sus personajes han sido antagónicos, pero esta vez, su voz gruesa ya no es sinónimo de maldad, sino de sabiduría y ternura…
Las panteras son ‘villanas’, por así decirlo, en el mundo natural. Pero en este caso, esa cualidad se transforma por la bondad que transmite el niño Mowgli. Y eso es un denominador común porque no solo se conmueve la pantera, sino también el oso y los otros animalitos que están cerca de él. Mowgli representa a la humanidad, y el que los animales estén dispuestos a ayudarlo nos dice mucho. Es muy bella la película en ese sentido.
¿Tuvo alguna preparación especial para diseñar al personaje?
El diseño del personaje dependió principalmente del director Jon Favreau.
¿Se basó en el trabajo de Ben Kingsley (voz de Bagheera en la versión en inglés)?
Claro que sí. Ben Kingsley fue una gran referencia. Necesariamente lo escuché, pero no para imitarlo o seguir su interpretación, sino para crear la mía propia. Ambos trabajos son muy independientes.
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¿Qué siente que le ha podido aportar al personaje?
Básicamente le he añadido el toque latino. Quizá un poco más de peso y ‘sabiduría’ por mi gruesa voz. Cada uno de los que doblamos la película le pusimos nuestra propia interpretación.
¿Le gusta este tipo de experiencias en cabina?
Me gustan cuando son producciones importantes como esta, de Disney. El libro de la selva lo hice con más ánimo y alegría por todo lo que significa en nuestra cultura.
¿Se ha llegado a sentir identificado con su personaje Bagheera?
Muchísimo. Porque ama a Mowgli y lo protege. Porque es un héroe anónimo dentro de la selva que va haciendo el bien sin alardear. Eso me encanta del personaje.
¿Cuán importante ha sido su voz en su carrera?
Esencial y fundamental. Mi voz me ha hecho muchos favores, como actor televisivo, en el teatro y en los productos audiovisuales y comerciales. Me ha ayudado muchísimo. Y agradezco a mi madre porque tiene una voz muy hermosa y quizá ella fue quien me la dio.