Perú suscribió dos préstamos de contingencia con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) perteneciente al Banco Mundial (BM) por un total de 2.500 millones de dólares, para continuar con las reformas sociales que inició el gobierno que va de salida.
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“Hoy día estamos suscribiendo un convenio, de tal manera que estamos dejando un techo de financiamiento de 2.500 millones de dólares, para el siguiente gobierno”, dijo en conferencia de prensa el presidente Ollanta Humala, quien deja el poder el 28 de julio. Según explicaron las autoridades, se trata del mayor monto aprobado en la historia del país.
El mandatario explicó que esta línea de crédito no es un papel en blanco, ya que para su uso se tendrán que cumplir requisitos importantes en materia del manejo fiscal, de reforma educativa y de diversificación productiva que su gobierno ha impulsado.
“Son préstamos de naturaleza contingente y que significan un desembolso diferido al presupuesto nacional, es decir, sólo se utilizarán en una situación de extrema necesidad”, dijo el ministro de Economía, Alonso Segura.
Humala y el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Jorge Familiar, suscribieron el préstamo en Palacio de Gobierno.
Segura recordó que ya se ha prefinanciado con estos prestamos “no solo el presupuesto 2016, sino que ya se ha avanzado significativamente en el del año 2017, de manera de dejarle al siguiente gobierno, una cómoda posición de financiamiento”.
La economía peruana creció un 3,26% en 2015, superando las expectativas y a la mayoría de sus pares de la región, impulsada por minería y pesca, dos actividades productivas clave, y se espera un similar desempeño para 2016.
