Cientos de miles de estudiantes y trabajadores (1,2 millones según los organizadores y 390 mil según la policía) salieron ayer a las calles de Francia para protestar por la polémica reforma laboral del presidente francés François Hollande.
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El pasado 9 de marzo, Hollande presentó este proyecto de ley que acaba con el límite del horario laboral de 35 horas semanales y admite los despidos colectivos con indemnizaciones rebajadas en caso haya dificultades económicas en las empresas.
Durante la jornada de protestas, hubo enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. En total, 30 personas fueron detenidas en todo el país y decenas de policías resultaron heridos por lanzamientos de piedras, bombas molotov y botes de pintura. Las fuerzas del orden respondieron con gases lacrimógenos.
Además, 200 institutos educativos permanecieron cerrados por temor a los manifestantes y se anularon alrededor del 20% de los vuelos del aeropuerto internacional de Orly en París .
Asimismo, se suprimió el funcionamiento de una cuarta parte de los trenes del metro de la capital. Mientras tanto, en las carreteras de la región parisina se acumularon alrededor de 500 km de tráfico. También se produjeron paros en hospitales y servicios de correo.
La Torre Eiffel, por ejemplo, y el Palacio de Versalles fueron cerrados al público.
En el sector privado, y sobre todo en el pequeño comercio, la incidencia de la protesta fue nula.
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La ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, que da nombre a este proyecto de ley, dijo ayer estar dispuesta a modificar una parte de la redacción de la norma, aunque no señaló cuál.
Sin embargo, el primer ministro Manuel Valls reiteró que el gobierno ‘no retirará’ este proyecto de ley. ‘Confío en que el Parlamento haga un buen texto con buenas medidas’, señaló Valls en declaraciones a la prensa.
Las organizaciones estudiantiles amenazaron con una nueva jornada de protestas el próximo 5 o 9 de abril.
En las calles
Enero del 2013. Alrededor de 800 mil franceses protestaron en contra del matrimonio homosexual.
Setiembre del 2010. Más de 1,1 millones de personas se manifestaron en contra del expresidente Nicolás Sarkozy cuando este presentó una ley para retrasar de 60 a 62 años la edad de jubilación.
