Los organizadores de una marcha contra el miedo prevista para el domingo en Bruselas anunciaron la anulación de la actividad por razones de seguridad.
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Desde el ministerio del Interior, secundado por la municipalidad capitalina, se había invitado a los ciudadanos a aplazar la manifestación.
En su primer fin de semana tras los mortíferos ataques, la capital belga seguía bajo alerta y al ritmo de operaciones policiales.
Entre tanto, la fiscalía avanzaba en la identificación de las víctimas.
En el balance del sábado figuraba una española de 29 años que también ostentaba la nacionalidad alemana e italiana.
Los atentados dejaron un saldo de 31 muertos y 300 heridos.
