La dieron por muerta hace un mes, cuando cayó de la barca de su dueño frente a las costas de California. Pero la perrita nadó dos kilómetros y fue hallada sana, salva y moviendo la cola en una isla casi desierta.
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El final feliz de este canino rescate, emprendido con la mayor seriedad por la Marina estadounidense, circuló como pólvora en la prensa local, en un respiro noticioso a la extenuante campaña electoral.
“Nunca se me ocurrió, cuando me alisté y me puse al mando, que pasaría algo así, pero definitivamente es una buena historia”, dijo sonriente a la prensa Stephen Barnett, comandante de la Base Naval de Coronado.
Luna, una pastor alemán joven y de penetrantes ojos azules, se fue al agua a principios de febrero cuando su amo pescaba a un par de kilómetros de la isla San Clemente, a unos 127 kilómetros de tierra firme y frente a las costas de San Diego.
El dueño alertó a los oficiales de la Base Naval de Coronado para que lo ayudaran a encontrarla, pero tras varios días de intensa búsqueda, el animal fue dado por muerto.
No obstante, no contaban con su talento para la natación. Hace unos días, “Luna apareció cerca del personal (de la Marina) en la isla de San Clemente, más delgada pero en buen estado”, señaló la institución en un comunicado colgado en su página de Facebook.
“Sobrevivió durante cinco semanas en un terreno muy peligroso”, precisó la nota.
La perra ya está al cuidado de un amigo del propietario, que todavía no ha podido reunirse con ella porque está trabajando fuera de California.