Un nuevo empleo es una experiencia que pone a prueba todas nuestras capacidades.
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Muchas veces, la emoción de empezar una nueva aventura, puede convertirse en nervios y ansiedad, por lo que debemos estar preparado para salir airosos de esa experiencia.
En los primeros días, todas las miradas se centrarán en ti. Tus compañeros estarán curiosos y querrán saber acerca de su nuevo compañero. Por ello, debes mantener una actitud abierta y amable. Responde de forma cortés cuanto te pregunten algo. Eso permitirá que tu adaptación sea más rápida.
Según trabajando.com , la integración con tus compañeros de trabajo es fundamental. Socializa desde el principio, por ejemplo en los breaks o la hora del almuerzo. Esta puede ser una buena ocasión para conocer a tu equipo de trabajo y ellos a ti.
Otro consejo básico es la atención. Desde el principio debes estar atento a todo, oír y aprender. Anota todo lo que te expliquen, desde la hora del almuerzo, hasta la clave de acceso a tu nuevo email. Así podrás consultar a tu cuaderno cada vez que no recuerdes un proceso o el nombre de una persona.
Ojo: es muy importante que anotes y aprendas los nombres de las personas claves de la empresa.
Por muy idóneo que sea un nuevo trabajador, el periodo de adaptación para que una persona sea completamente productiva para la empresa será de un par de meses, dependiendo de la dificultad y responsabilidades.
Por ello, es importante tener una actitud positiva y estar alerta para aprender. Demuestra que eres un buen elemento y hazlo de la mejor manera posible.