Fue secuestrada por el grupo yihadista Estado Islámico en Irak. Sufrió violencia física y psicológica y numerosas violaciones. Ahora Nihad, de 16 años, busca sensibilizar sobre el respaldo psicológico necesario a los refugiados.
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“Las niñas fueron violadas cuando llegamos a Mosul, las apartaron a todas de sus familias y fueron violadas constantemente. Luego fueron entregadas a los emires responsables del Estado Islámico’, cuenta Nihad Barakat.
Tuvo un hijo producto de las violaciones, al que debió dejar atrás cuando huyó.
Ahora, de la mano de la fundación AMAR, pide ayuda desde Londres para quienes siguen secuestradas y para su comunidad Yazidí, una minoría religiosa que el grupo yihadista persigue en el norte de Irak. Y busca sensibilizar sobre el respaldo psicológico necesario a los refugiados.
“Esto no es vida, no viviremos hasta que el resto de nuestra gente sea salvada del Estado Islámico’, agrega.
Miles de yazidíes como Nihad han sido asesinados o raptados por los yihadistas.