Al menos 47 personas murieron el domingo en un atentado con camión bomba en los alrededores de la ciudad de Hilla, al sur de Bagdad, que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), siendo éste el ataque más mortífero desde el inicio de este año en Irak.
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Junio 2014. El grupo Estado Islámico toma el control de la segunda ciudad de Irak, Mosul, y proclama un califato entre Irak y Siria.
La organización yihadista y su jefe, Abu Bakr al Bagdadi, toman al mundo por sorpresa.
Pero el grupo ha existido con diferentes nombres desde 2003, cuando surge impulsado por la invasión estadounidense a Irak que defenestró a Sadam Husein.
El jordano Abu Musab al Zarqaui lidera la insurgencia yihadista contra el ejército de Estados Unidos y los políticos, principalmente chiítas, que están en el poder.
Apoyado de inmediato por Osama bin Laden, se pone al frente de Al Qaida en Irak. Su objetivo es dar el poder a los sunitas e instaurar un Estado islámico. Pero Zarqaui es abatido en 2006. Al Qaida en Irak se transforma en Estado Islámico pero, rechazado por las tribus sunitas locales, pierde fuerza.
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El grupo resurge con la guerra civil siria. Abu Bakr al Bagdadi, otro veterano de la insurgencia antiestadounidense, está ahora a la cabeza.
En 2013 propone fusionarse con el Frente Al Nosra, activo en Siria, pero este se rehusa y Al Qaida reniega de Al Bagdadi. Es la ruptura. Pero Abu Bakr al Bagdadi y su nuevo Estado Islámico en Irak y el Levante, transformado en Estado Islámico en 2014, continúa expandiéndose.
El territorio del califato decretado por el grupo Estado Islámico se ha reducido desde el lanzamiento en agosto de 2014 de una contraofensiva apoyada por las fuerzas internacionales. Pero aún controla amplios territorios e importantes ciudades, como Mosul en Irak y Raqa en Siria.
Gracias al tráfico de petróleo y de antigüedades, a las extorsiones y a un sistema de impuestos, el grupo dispone de un tesoro de guerra. Cuenta con miles de combatientes, entre ellos exmiembros del ejército de Sadam Husein y de numerosos extranjeros.
Atentados espectaculares contra sus enemigos proclamados, en la región o lejos como en Francia, golpeada en su suelo el 13 de noviembre, decapitaciones filmadas de rehenes… el grupo Estado Islámico ha hecho de la puesta en escena del horror su marca de fábrica.
