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ZOË MASSEYFotógrafa@ZoePix
San Luis de Cañete es un pequeño distrito al sur de Lima, es cuna de música negra, de baile, de quesito y de picarones. De sol, de ritmo y gracias a un pequeño grupo comprometido con su cultura y tradición es también un distrito de carnaval.
La gran señora Sonia, me cuenta de lo que se viene para este 27. Las comparsas son armadas por cada calle participante. Cada una presenta un baile negro de mucho ritmo y tradición y bailan alrededor de la plaza, compitiendo por el premio a la mejor danza, y por supuesto el de reina del carnaval.
Este año se cumplen 10 años del Carnaval Negro de San Luis de Cañete y, aunque no lo crean, cada vez cuesta más juntar a la gente a que se una, que disfrute, que participe. Esto, se debe un poco a las malas organizaciones anteriores y a mi parecer mucho trámite de cartas, permisos y oficios municipales que retrasan toda la organización y quitan un poco de tiempo al equipo organizador. Tiempo que bien podría utilizarlo para contagiar alegría y orgullo negro a otros grupos para ser más el próximo año, el siguiente y que se convierta en una gran fiesta conocida por muchos a la que, sin necesidad de ser invitados, uno sepa que en febrero toca ir.
Me entero que no solo hay bailes como el landó, el festejo, sino que está el son de los diablos y también la danza del machete (disculpen si no pongo bien el nombre fue una larga conversa con Beto quien me dio tanta información nueva que algo se me escapa de la memoria). Entonces empiezo a imaginar que esta fiesta debería crecer para preservar la tradición de las danzas ya casi desaparecidas, darles importancia y llenar de orgullo a los que las bailan.
Este carnaval es pequeño, pero bueno, empieza a las 4 de la tarde y todo sucederá alrededor de la Plaza de Armas, se calcula que hasta las 10 p.m., momento en el que se cerrará con un concierto como para mover el esqueleto.
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Nunca había estado en San Luis, de ahí era el gran Caitro Soto y una escultura en la entrada al distrito lo recuerda (verde por algún extraño motivo). La plaza es linda y veo al fondo un puesto de raspadillas mientras conversamos bajo el sol de la tarde. Sonia está contenta porque pueden organizar nuevamente el carnaval con apoyo del municipio local, ahora habría que ver que algunas empresas de la zona se unan a rescatar la tradición del baile negro.
Entonces, ¿cuál es tu plan de fin de semana? Porque el famoso ‘Cañetano’ te lleva hasta San Luis y te deja cerquita a la plaza. Puedes ir solo al carnaval y volver, pero yo recomiendo quedarte a dormir, ya sea en el mismo San Luis (cosa que al día siguiente disfrutas de los tamales que me han dicho que son buenazos), o en una de mis playas favoritas de la infancia: Cerro Azul. Está cerca y creo que hay micro que te trae de ahí al carnaval. Si te quedas aquí tienes que ir a comer a Don Satu (esta columna de hoy parece más de comida que de baile), y meterte un chapuzón de rigor en esta hermosa playa, aunque me comentan con pena que anda llena de basura como muchas otras.
¿Qué está pasando con nosotros? ¿Cómo es que encontramos tan fácil el botar basura a la calle, al parque o a las playas? Yo empiezo a creer que el problema ya va más allá de la educación o los valores, sino a una carencia de autoestima fuerte que hace que no nos conformemos con un terrible ‘es lo que hay’ y hagamos de la vista gorda ante problemas tan propios y cercanos. Este fin de semana el plan es Carnaval, de orgullo por quienes somos, por lo que bailamos y las tradiciones que tenemos. Orgullo por nuestros espacios, nuestras playas públicas. Por la suerte que tenemos de tener tanto qué mostrar a los demás. ¡INGÁ! (jaja, lorna soy, lo siento)
