Los cubanos celebran por anticipado la próxima visita del presidente estadounidense Barack Obama a La Habana.
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Un gesto en el marco del proceso de acercamiento entre ambos países iniciado en diciembre de 2014.
‘Me siento contenta, eso nunca había sucedido en este país. Yo como revolucionaria, cubana estoy contenta, feliz. Quisiera tener la oportunidad de poder verlo en persona, sé que es difícil, pero quisiera verlo’, señala Iris Ortiz, trabajadora autónoma cubano.
‘Me parece que si Obama viene debe ser para mejorar la situación del pueblo que tanto lo necesitamos. Hemos resistido y si tenemos que seguir resistiendo vamos a resistir, pero si hay una mejoría la vamos, con amor, a recibir’, dice Segundo Álvarez, entrenador de boxeo cubano.
Pero los cubanos residentes en Estados Unidos no tienen el mismo nivel de optimismo.
Willie Hernández, cubano-americano residente en Miami: “¿Para qué va a perder el tiempo en ir allá? No va a llegar a nada. No va a mejorar nada, ni va a hacer nada, así que para mí es una pérdida de tiempo”.
Janiet Vila Chamorro, cubano-americana residente en Miami: “Tengo a toda mi familia allá. El caso de que un presidente de los Estados Unidos vaya a Cuba y esté haciendo un intercambio cultural, económico, negocios, lo que sea, para mí es un rayito de luz”.
La Habana recibirá en marzo la visita del primer presidente estadounidense en funciones desde 1928.