Desde tempranas horas del sábado, los mexicanos se congregaban en las calles para ver al papa Francisco.
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En el Zócalo capitalino, centenares de familias comenzaban a llenar la plaza encarando el frío matinal.
En su primera jornada de actividades, la agenda del pontífice arrancaba con una reunión con el presidente Enrique Peña Nieto en el Palacio Nacional.
Luego, a pocos metros en las inmediaciones de la plaza, seguía con una visita a la catedral metropolitana.