La capacidad de las cucarachas para filtrarse en grietas y continuar desplazándose rápidamente inspiró la construcción de un robot destinado a ubicar a personas enterradas bajo escombros.
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“Lo impresionante en la cucarachas es la capacidad de correr tan rápidamente en un espacio de sólo 0,8 centímetros como en otro de 1,6, reorientando por completo sus patas a un lado de su cuerpo”, explicó Kaushik Jayaram, investigador de la Universidad de Harvard y uno de los principales autores de este estudio, publicado el lunes por los Registros de la Academia de Ciencias de Estados Unidos (PNAS).
En un espacio libre, estos insectos, que miden alrededor de 3,7 cm de altura, cuando se desplazan pueden disminuir las dimensiones de su cuerpo hasta un cuarto de centímetro, señala este experto, que dijo haber recurrido a cámaras ultra-rápidas para observarlos.
Hace 25 años ya se había descubierto que estas cucarachas americanas podían correr en dos patas a 1,5 metros (50 veces el largo de su cuerpo) por segundo.
Los científicos observaron igualmente que estos insectos pueden soportar una fuerza equivalente a 900 veces su peso sin sufrir heridas.
Inspirándose en las técnicas de las cucarachas, los investigadores idearon un pequeño robot, simple y barato, que cabe en la palma de una mano. El aparato puede desplegar sus patas cuando es aplastado y protegerlas con una capa de plástico tan sólida y lisa como las alas que recubren la espalda de las cucarachas.
Bautizado CRAM (Compressible robot with articulated mechanisms), este robot fue capaz de filtrarse a través de fisuras y correr en espacios dos veces más bajos que su altura.