Últimos retoques antes de salir a darlo todo en el Sambódromo de Rio.
PUBLICIDAD
Este es el ambiente que se respiraba este lunes entre bastidores antes del último desfile de carnaval de este año.
Una sobredosis de samba, erotismo y fantasía que ha noqueado el temor al zika.
“Es un momento de alegría, no para pensar en estas cosas”, asegura este miembro de la escuela de samba Vila Isabel.
Pero aunque los lujosos desfiles lleguen a su fin en la madrugada del martes, cientos de miles más seguirán bailando hasta el próximo fin de semana en las calles de Rio desafiando el calor… Y también al virus del zika.