El presidente Enrique Peña Nieto se había resistido a conceder extradiciones antes de que Guzmán se evadiera en julio pasado de una prisión de máxima seguridad, prometiendo mantenerlo tras las rejas y someterlo a la justicia en México.
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La recaptura del “El Chapo” (58 años) el viernes en su natal de Sinaloa, noroeste de México, ha ayudado a limpiar la imagen de Peña Nieto a mitad de su sexenio, pero el mandatario no quiere correr el riesgo de perderlo otra vez, dijeron a la AFP analistas de seguridad Nacional.
El temor es porque el capo se ha fugado dos veces de penales de máxima seguridad: la primera en 2001 en un carrito de lavandería y la segunda en julio pasado en un túnel de 1,5 km, mandado a hacer por él mismo.
Ahora Guzmán ha vuelto a la prisión de la que escapó la última vez, ubicada a solo 90 km de la capital del país.
Plazo incierto
“La gran pregunta no es si lo van a extraditar, sino cuándo y ahí si tengo dudas”, dijo a la AFP Alejandro Hope, experto de seguridad y exagente del Centro de Inteligencia e Investigación Nacional.
“El día que ‘El Chapo’ entre a una prisión mexicana es el día que va a empezar a planear su siguiente fuga”, sentenció Hope, quien consideró que el gobierno de México no quiere correr el riesgo de que volverlo a perder de vista.
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Las autoridades mexicanas evitaron hablar de la extradición el viernes tras la captura, pero la fiscalía obtuvo en septiembre pasado una orden de aprehensión con fines de extradición para Guzmán Loera.
Esto puede tomar su tiempo porque los abogados del capo solicitaron en noviembre un amparo, argumentando que Guzmán podría recibir sentencia de muerte en Estados Unidos, una condena prohibida en México.
La fuga resaltó los problemas de corrupción en el sistema penitenciario mexicano. Una docena de policías y custodios se encuentran detenidos por la evasión.
El gobierno de México ha informado que en junio pasado, dos semanas antes de la fuga, recibió un pedido de Estados Unidos para extraditar al ‘Chapo’.
Guzmán Loera es requerido en media docena de estados de Estados Unidos por delitos relacionados con narcotráfico.
Políticos de ese país urgieron al presidente Barack Obama a buscar la extradición de Guzmán.
“Considerando que ‘El Chapo’ ya se ha escapado de la prisión mexicana dos veces, no se puede malgastar esta tercera oportunidad de llevarlo ante los tribunales”, dijo en un comunicado el senador republicano y candidato presidencial, Marco Rubio.
Pero Miguel Barbosa, senador mexicano del opositor izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), se pronunció a favor de que sea “juzgado por tribunales mexicanos” y que purgue su pena en este país.
Una crítica menos en la lista
Para Benítez Manáut, investigador de la estatal Universidad Nacional Autónoma de México, el reto será romper la inercia de la justicia mexicana.
“Lo que hay que poner en duda es el nacionalismo judicial mexicano como una cosa perjudicial” hay que romperlo y extraditarlo, señaló el especialista que consideró que los gobierno de México y Estados Unidos tendrán que actuar rápido con un caso muy bien sustentado.
“El gobierno tiene una obligación de cambiar de opinión a favor de la extradición”, señaló.
México flexibilizó después de la fuga su política de extradición enviando en septiembre a 13 pesados narcotraficantes al país vecino.
Los analistas creen que la captura puede ayudar a Peña Nieto a recuperar su decaída popularidad.
Su imagen se vio fuertemente golpeada también por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y el escándalo por la compra que hizo su esposa de una mansión a un contratista del gobierno.
Ahora, “por lo menos va sacar lo del ‘Chapo’ de la lista”, dijo por su parte, José Antonio Crespo, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
‘Al propio Peña Nieto le conviene extraditarlo, aunque es un reconocimiento de no poder detenerlo”, añadió Crespo quien cree que así el presidente, cumple y se lava “las manos” sobre la suerte de Guzmán.