Además, estos atentados, cometidos casi simultáneamente a partir de las 21H20 (20H20 GMT), causaron 200 heridos, 80 de ellos graves.
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En ellos murieron ocho atacantes y, según el fiscal de París, François Molins, podría haber cómplices o coautores de los mismos que andan todavía sueltos.
Al menos 82 personas perdieron la vida en la conocida sala de conciertos Bataclan, abarrotada por unos 1.500 espectadores cuando irrumpieron los asaltantes en pleno concierto del grupo estadounidense Eagles of Death Metal.
“Dos o tres individuos a cara descubierta entraron con armas automáticas de tipo kalashnikov y empezaron a disparar de forma indiscriminada contra la gente”, contó un locutor de la radio Europe 1, Julien Pierce, quien estaba dentro.
“Duró unos 10 o 15 minutos. Fue sumamente violento y hubo una ola de pánico”, agregó.
Otro testigo explicó a la emisora France Info que uno de los atacantes gritó “Alá Akbar” (Dios es grande) antes de abrir fuego.
Los autores de esta toma de rehenes justificaron sus acciones por la intervención francesa en Siria. “Les he oído decir claramente a los rehenes: ‘La culpa es de (François) Hollande, la culpa es de vuestro presidente, no tiene por qué intervenir en Siria. Hablaron también de Irak”, declaró a la AFP Pierre Janaszak, de 35 años, que estaba en Bataclan.
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’Combate implacable’
Francia participa desde hace dos años en la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos que combate al grupo Estado Islámico (EI) en Irak, y en octubre extendió los bombardeos aéreos a Siria, en guerra desde 2011. Desde 2014, el EI controla una amplia zona de territorio a caballo entre esos dos países.
Pasada la medianoche, las fuerzas de seguridad dieron el asalto, en el que murieron los cuatro atacantes, tres de ellos haciendo estallar sus cinturones de explosivos. Nunca antes había habido atentados suicidas en la historia reciente del país.
Hollande se trasladó a Bataclan acompañado por varios ministros y prometió un “combate implacable” contra el terrorismo. Antes, había decretado, en un discurso televisado, el estado de emergencia y anunciado refuerzos militares para hacer frente a estos “ataques terroristas sin precedentes”.
También canceló el viaje previsto el domingo a Turquía para asistir a la cumbre del G20.
Esta matanza se produjo el mismo día en que Francia restableció durante un mes los controles en las fronteras con motivo de la conferencia de la ONU sobre el clima (COP21), que se celebrará del 30 de noviembre al 11 de diciembre en París.
La ciudad ya había sido blanco en enero de atentados yihadistas contra el semanario satírico Charlie Hebdo y un supermercado kósher en París, que causaron 17 muertos.
Además del ataque de Bataclan, al menos una persona murió en una explosión cerca del Estadio de Francia, donde se escucharon tres detonaciones mientras se disputaba un partido internacional amistoso entre Francia y Alemania ante 80.000 espectadores.
Tres personas, “sin duda terroristas” según una fuente cercana a la investigación, murieron en la zona. El estadio, que albergará partidos de la Eurocopa de fútbol de 2016, fue desalojado.
Hollande presenciaba el encuentro junto al ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, y fue evacuado.
Un restaurante camboyano cercano al Bataclán también fue atacado, y habría al menos 12 muertos, según varias fuentes. “Era surrealista, todo el mundo estaba en el suelo, nadie se movía”, describió una mujer.
Cerca de la plaza de la República, cinco personas murieron por un tiroteo con arma automática contra la terraza de una pizzería. Un testigo afirmó haber visto “un Ford Focus negro que disparaba, y luego varios cartuchos en el suelo”.
Una cafetería y un restaurante japonés cercanos corrieron la misma suerte, con un saldo provisional de 18 muertos.
Ante la gravedad de los atentados, la policía y el ayuntamiento recomendaron a la población que permanezca en casa.
Las fuerzas de seguridad acordonaron varios sectores de la capital, tomada por la policía y los servicios de emergencia.
La comunidad internacional condenó los ataques, que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó de atentado “contra toda la humanidad”, y transmitió a Francia su solidaridad.
El presidente iraní, Hasan Rohani, también lo tildó de “crimen de lesa humanidad” y aplazó su viaje previsto a Italia, el sábado, y a Francia, el lunes.
En aras de la unidad nacional, los principales partidos y personalidades políticas anunciaron la suspensión de la campaña electoral para las elecciones regionales previstas en diciembre.