El amor de los estadounidenses por el pollo frito no tiene límites. Compulsivamente, estos participantes devoran todas las alitas que pueden para ganar la competencia celebrada este miércoles en Washington. Desde 1977, celebran de esta forma el insólito ‘Día de las Alitas de Pollo’.
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Contra todo pronóstico, fue uno de los participantes más delgados el ganador de la competición. “Instintivamente empecé a tomar cualquier ala de pollo, cualquiera que estuviese frente a mí. Pero luego me puse a buscar en mi bandeja mientras llenaba mi boca y pude ver que había alas más grandes que otras y empecé a elegir cual comer”, dijo Ian Hickman, Ganador de la competencia. Este ingirió nada menos que más de un kilo de alitas en solo 5 minutos.
El vencedor se llevó a su casa 500 dólares… y la barriga llena.