Con 16 y 20 años, Camille y Valentine ya han hecho un importante hallazgo arqueológico.
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La semana pasada encontraron en Tautavel, en el sudoeste francés, el diente de una persona adulta que vivió hace 560.000 años.
Este mismo lugar, donde miles de voluntarios excavan desde hace medio siglo, alberga uno de los yacimientos prehistóricos más extraordinarios del mundo.
“Cuando me di cuenta de que era un diente humano fue una gran sorpresa que me conmovió, porque pasamos una tarde sosteniendo el diente y examinándolo con el jefe de la excavación que nos iba explicando su trabajo de investigación. Comparamos formas con fotografías y tratamos de establecer qué tipo de dientes es. Llegamos a la conclusión efectiva de que es un incisivo inferior. Fue conmovedor y fascinante a la vez’, cuenta Camille.
Ya se habían encontrado más de 140 restos de esqueleto del “hombre de Tautavel”, que vivió hace 450.000 años.
Este diente y otro similar encontrado el pasado año son, para los expertos, una pista que puede ayudar a responder a la pregunta de si el hombre de Neandertal ¿proviene de un único linaje?
“El hombre en ese período masticaba fuertemente. No había fuego, por lo que el hombre comía todo crudo y los dientes siempre se gastaban y caían más a menudo que en la actualidad. Así que sabemos que se trataba de un adulto, y vamos a comparar las proporciones y el tamaño de la punta. Sabemos de estos incisivos en todo el mundo y vamos a comparar este en especial con los dientes mandibulares que se encuentran en Alemania’, señala la paleoantropóloga Marie-Antoinette De Lumley.
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Agrega que lamentablemente los dientes incisivos no aportan tanta información de los molares o pre molares.
El reto ahora es conseguir la mandíbula entera para, paso a paso, seguir acercándonos al origen de la especie.