Un brindis digno de recordar.
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La tumba del barman que servía los tragos al escritor Ernest Hemingway en La Habana fue escenario este viernes de un inédito encuentro de cantineros de Estados Unidos y Cuba.
En el Cementerio de Colón se congregaron para honrar al barman catalán Constantino Ribalaigua, conocido como Constante, fallecido en 1953.
“Es un evento increíble. Es muy importante para todos los cantineros de cualquier partes del mundo poder estar aquí, con la persona que inmortalizó el daiquiri y lo convirtió en uno de los cócteles más famosos del mundo”, señala Christian Delpech, cantinero estadounidense.
Las razones para festejar son obvias, ambos países esta semana restablecieron lazos diplomáticos tras medio siglo de enemistad.
Algo que hasta los maestros de los tragos celebran.
‘Hoy veo venir ese camino de otra forma y será también un éxito que otra vez dará un paso el cantinero cubano para estar preparado y poder dar lo mejor de sí a todos los clientes que vengan no solamente de los Estados Unidos’, señala Jose Malin, Presidente de la Asociación de Cantineros de Cuba.
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Luego varios cantineros prepararon rondas de daiquiri.
Los participantes destacaron que la reconciliación entre Washington y La Habana permitirá que los estadounidenses disfruten de la coctelería cubana a base de ron, tal como lo hicieron por primera vez durante la Ley Seca en Estados Unidos.
Los cocteleros cubanos se sienten entusiasmados, el deshielo entre Washington y La Habana les da la motivación para prepararse y demostrar sus habilidades a los turistas de todo el mundo.
