Un tribunal de Myitkina, en el estado de Kachin, norte del país, condenó el miércoles a 153 adultos chinos a cadena perpetua, que en Birmania equivale a veinte años de cárcel. Dos menores fueron condenados por su parte a diez años de cárcel.
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Los condenados “deben ser enviados a China lo más rápidamente posible”, declaró el jueves un portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Lu Kang. Birmania debe “trata este asunto respetando la ley”, agregó el portavoz.
“Pienso que China comprenderá” la decisión judicial, replicó por su lado Ye Htut, ministro birmano de Información, en declaraciones a la AFP. Es necesario “hacer cesar la tala ilegal”, agregó Ye Htut.
El grupo de chinos había sido detenido en enero pasado durante un operativo contra el tráfico de madera en Kachin, estado fronterizo con China. Ese tráfico ilegal existe desde hace años y era tolerado por la junta militar birmana, que era apoyada económica y políticamente por China.
TENSIÓN ENTRE CHINA Y BIRMANIA
Pero desde la autodisolución de la junta en 2011, las relaciones entre Birmania y China se degradaron y comenzó a registrarse un malestar popular contra las incursiones chinas en territorio birmano para aprovecharse de las abundantes materias primas. Esta condena masiva ocurre luego de otros roces entre ambos países.
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En marzo, una bomba, al parecer lanzada desde un avión birmano, cayó en territorio chino matando a cinco obreros. La bomba cayó en una zona fronteriza con la región birmana de Kokang, donde el ejército combate a rebeldes de una etnia china.
En junio, concretando un giro en la diplomacia china, el presidente Xi Jinping recibió a la opositora birmana Aung San Suu Kyi, cuyo partido es favorito en las elecciones legislativas de noviembre próximo.
