Cascos azules de Naciones Unidas ofrecieron dinero y bienes materiales a centenares de mujeres a cambio de favores sexuales en Haití y en Liberia, señaló un informe interno de la ONU.
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La experiencia de las misiones de paz de la ONU en Haití (Minustah) y en Liberia (Unmil) “demuestra que estos intercambios de carácter sexual están extendidos y no son suficientemente denunciados”, subraya el documento de los servicios de control interno de la ONU (OIOS).
El informe, con fecha del 15 de mayo y aún confidencial, fue obtenido por la AFP y será publicado en su forma definitiva la semana próxima.
Según indica el reporte, 231 mujeres haitianas aseguraron haber mantenido relaciones sexuales con cascos azules a cambio de servicios o de bienes materiales (calzados, vestimenta, teléfonos móviles, computadoras personales, perfumes).
Para las mujeres de las zonas rurales, “el hambre, la carencia de vivienda y la penuria de productos de primera necesidad y de medicamentos” fueron los factores principales que las llevaron a prostituirse.
Según otra investigación llevada a cabo en Monrovia entre 489 mujeres de entre 18 y 30 años, “más de una cuarta parte habían procedido a transacciones sexuales con cascos azules, generalmente por dinero”.
Se trata de una flagrante violación de las reglas de la ONU, que asegura practicar una “política de tolerancia cero” hacia los abusos sexuales en sus misiones y “reprobar firmemente las relaciones sexuales” entre cascos azules y las poblaciones que protegen.
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“Cuando existen denuncias de abuso sexual se abre una investigación por parte del cuerpo civil y militar de la misión. Si hay indicios de relacionamiento, consentido o no, el proceso es enviado para el país que contribuye con la tropa. Es el país el que abre su propia investigación y mantiene a la ONU informada”, dijo el comandante brasileño de la misión en Haití, el general José Luiz Jaborandy Júnior, al periódico de su país O Globo este jueves.
Según la publicación, Jaborandy aún no tuvo acceso al documento, y afirmó que desde que asumió el comando de la Minustah, en marzo de 2014, ha exigido un riguroso cumplimiento de esa “tolerancia cero”.
Este es un problema recurrente 10 años después del lanzamiento por la ONU de una estrategia para luchar contra los abusos sexuales en sus misiones, que reúnen a casi 125.000 personas en todo el planeta.
Cuatro de las 16 misiones de cascos azules de la ONU se ven particularmente afectadas, según el informe: Haití, República Democrática del Congo, Liberia, Sudán y Sudán del Sur.