Con dos goles del argentino y uno del brasileño Neymar, maquillados al final por un cabezazo de Iñaki Williams, los hombres dirigidos por Luis Enrique pueden revalidar la temporada histórica de 2009 si el próximo sábado vencen a la Juventus de Turín en la final de la Liga de Campeones en Berlín.
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“Ahora ya tenemos dos, queremos la tercera. La temporada será soberbia si conseguimos la tercera”, dijo el técnico azulgrana.
Dos semanas después de hacerse con la Liga española, el capitán azulgrana Xavi Hernández, en su último partido en el Camp Nou, levantaba el trofeo de la Copa, el 27º en la historia del club que reafirma su condición de “rey de Copas”.
La copa la entregó por primera vez por el nuevo monarca Felipe VI, recibido por una ensordecedora pitada por parte de las aficiones vasca y catalana en medio de las tensiones nacionalistas del país.
Los vascos, apoyados por 50.000 ruidosos aficionados desplazados hasta el Camp Nou de Barcelona, se quedaron sin revancha y por tercera vez en siete años perdieron la final de este torneo ante el equipo azulgrana, que lo batió 4-1 en 2009 y 3-0 en 2012.
Y es que con el ‘10’ azulgrana en el campo poco pueden hacer los rivales. El de Rosario, cubierto muy de cerca por un impetuoso Mikel Balenziaga, manejó el partido a su antojo, exhibiendo su amplio repertorio de regates, largas conducciones, asistencias, libres directos, remates e incluso recuperaciones.
“Si no es imparable, es casi imparable. Condiciona mucho el juego del Barcelona y también el juego del rival”, dijo de él el técnico rival Ernesto Valverde. “Leo es espectacular, es un crack”, lo alabó Neymar.
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Su primer tanto fue una obra maestra. Arrinconado en la banda derecha por tres adversarios, el argentino se zafó de ellos con una finta y una sotana, se adentró en el área para quebrar a un cuarto oponente y lanzó un potente disparo al palo corto del portero para inaugurar el marcador (19).
Antes había asistido a Neymar para que este batiera a Iago Herrerín aunque el gol fue anulado por un dudoso fuera de juego. Liderados por Messi en su faceta de creador de juego, los azulgrana dispusieron de numerosas ocasiones pero ni Suárez en un mano a mano con Iago Herrerín, ni Neymar solo ante la portería, ni Gerard Piqué cabeceando una falta, acertaron.
Tras varios minutos de dominio absoluto, el Barcelona apuntaló el partido con una magnífica jugada colectiva. Rakitic, bastante desaparecido hasta entonces, trazó una pared con Messi, asistió al espacio a Suárez quien estuvo generoso y cedió el esférico para que Neymar lo empujara al fondo de la red (35).
Voluntarioso Athletic
A punto estaría Williams de recortar distancias con una volea al travesaño, pero el marcador no se movería hasta el descanso. En la reanudación el Athletic se mostró más voluntarioso aunque sin apenas crear peligro en el área azulgrana.
Tras unos minutos de imprecisiones en ambos bandos —San José no conseguía rematar bien un centro y Neymar, tras dos hermosos quiebros, enviaba el balón al banderín de córner— Messi apareció de nuevo.
A un cuarto de hora del pitido final, Messi se avanzó a su marcador y, con el exterior del pie, enviaba al fondo de la red un centro raso de Dani Alves (73). Williams, con una cabezazo, maquillaría el resultado para el Athletic (79) aunque el partido ya estaba decidido.
Luis Enrique dio descanso a algunos de sus jugadores clave como Luis Suárez y Jordi Alba, mientras que Neymar se permitía algunas filigranas innecesarias que terminarían con una pequeña tangana en los minutos finales.
Unos incidentes que enturbiaron el buen ambiente previo entre ambas aficiones que pudieron despedir a dos de sus jugadores más emblemáticos, Andoni Iraola por el Athletic y Xavi Hernández por el Barcelona.
El emblemático centrocampista se despide de la élite futbolística con destino al Al Sadd catarí aunque antes quiere poner la guinda a su amplio palmarés con una ‘Champions’ el sábado en Berlín.