Un barco que transporta unos 300 inmigrantes rohingyas se hallaba el jueves a la deriva cerca de las costas de Tailandia . Una periodista de la AFP constató que desde la embarcación se escuchaban pedidos de ayuda.
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Desde su interior uno de los inmigrantes gritaba al bote con periodistas que están en el mar desde hace dos meses, que actualmente son 300, pero una decena de personas han muerto, y echaron sus cuerpos al mar.
Los clandestinos se dirigían a Malasia y colgaron una bandera negra en la que escribieron “Somos rohingyas de Birmania” y tendieron una cubierta de lona para protegerse del sol. Sin recursos y rechazados en su país de mayoría budista, los rohingyas de Birmania son musulmanes y están considerados como una de las minorías más perseguidas del mundo.
Según las organizaciones internacionales, miles de inmigrantes navegan a la deriva desde hace varios días, abandonados por los traficantes tras la adopción de una nueva política represiva en Tailandia, vía de paso habitual de las redes clandestinas en el sureste asiático.
