KAREN ESPEJO
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En medio del caos y el desorden de las pistas limeñas, viene creciendo el número de ciudadanos que opta por una forma de transporte más limpia y pacífica: la bicicleta. A diario se realizan en la capital alrededor de 82 mil viajes en este medio de transporte, según datos del Proyecto de Transporte No Motorizado de la Municipalidad de Lima. ‘Y las cifras siguen aumentando’, indica Mariana Alegre, coordinadora general del Observatorio Lima Cómo Vamos.
‘La ciudad tiene mucho potencial para introducir la bicicleta como medio de transporte, pero hay puntos que corregir’. Ad portas del Día Mundial de la Bicicleta, que se celebra este domingo 19, la experta indica que aún hay varios cambios por hacer.
Actualmente, existen 150 km de ciclovías en la capital. La MML ha anunciado que duplicará esta cifra a 300 km para fines del 2018. Alegre advierte que estas nuevas vías deberían estar interconectadas, segregadas del tráfico y con un trabajo especial en las intersecciones.
‘Las ciclovías no deben ser solo grandes corredores. No sirve de mucho tener una ruta desde la cuadra 1 hasta la 50 de una avenida, si no se ha trabajado en los cruces, que son las zonas más peligrosas para los ciclistas’.
Además de haber más ciclovías, Alegre pide que la bicicleta deje de ser vista como un vehículo de recreación y sea considerada más como una unidad de transporte. Por ejemplo, recomienda instalar estaciones o parqueadores para bicicleta bien iluminados y seguros en el Metropolitano, el Tren Eléctrico y en los paraderos de las principales carreteras de Lima, lo que significaría una gran transformación.
‘Hacer que las bicicletas sean los vehículos alimentadores de estos grandes servicios de transporte reduciría enormemente el tráfico y la contaminación’. Eso implicaría que mucha gente que usaba combis o taxis para transitar rutas cortas hacia el Metropolitano, por ejemplo, ahora tengan más facilidades para migrar a las dos ruedas.
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Algo similar se pretende hacer con la ciclorruta integrada de los distritos de San Borja, Surquillo, Miraflores y Surco. Se trata de una vía de 4 kilómetros, exclusiva para ciclistas, que conecta la estación Angamos del Tren Eléctrico, en San Borja, con la estación Angamos del Metropolitano y la Vía Expresa de Paseo de la República. El plan incluye un sistema de préstamo de 15 bicicletas que podrán ser utilizadas tanto en San Borja como en Surquillo.
Los usuarios deberán registrarse con su DNI y comprometerse a devolver el vehículo en un plazo máximo de 40 minutos. Otro punto a tener en cuenta, precisa la vocera de Lima Cómo Vamos, son las labores para ‘pacificar el tránsito’. Esto implicará reducir la velocidad de los autos en las pistas a 30 o 40 kilómetros por hora. Con ello, la ciudad tendrá calles más amables para los ciclistas. Finalmente, Alegre propone que en la agenda esté la reformulación de algunas ciclovías ya existentes.
Por ejemplo, el malecón de Miraflores, que es bastante concurrido, todavía genera mucha fricción entre ciclistas y peatones. Mientras que la ciclovía de la avenida Universitaria, se encuentra bien
