El primer ministro británico, David Cameron, inmerso en la campaña electoral para las elecciones del 7 de mayo en las que aspira a renovar su mandato, se ha convertido en el blanco de las burlas de la prensa y las redes sociales por comer un hot dog con cuchillo y tenedor.
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El líder del Partido Conservador participó el lunes en un acto electoral en torno a una barbacoa en un intento de parecer un hombre corriente, relajado en camisa azul, regada por la cerveza.
Pero todo el mundo se quedó estupefacto cuando Cameron agarró cubiertos para comerse la salchicha envuelta en un panecillo.
La prensa y las redes sociales han publicado la fotografía de Cameron para demostrar que el primer ministro es en el fondo un señorito de la alta sociedad, una imagen que su partido ha tratado por todos los medios de cambiar.
“David Cameron no sabe cómo comerse un hot dog”, anunció el diario Metro; “No voy a esconder el hecho de que soy un señorito”, era el titular de Daily Mail.
“¿Qué tipo de persona se come un hot dog con cuchillo y tenedor?” se pregunta el periodista del Times David Jack.
“Hago lo mismo en McDonalds con un Big Mac antes de ver la carta de vinos”, se burlaba en Twitter Peter Smith.
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La oposición de los conservadores, en particular el Partido Laborista, siempre ha criticado que Cameron gobierna para los ricos y los poderosos.
El primer ministro ha dejado claro que no cambiará su acento de clase alta para ganar votos o disculparse por lo que considera su “educación privilegiada” en un “colegio de señoritos”.
Cameron, al igual que el príncipe Guillermo y el príncipe Enrique y la mayoría de la clase dirigente británica, han estudiado en el prestigioso y elitista Eton College.
No es la primera foto que tiene que ver con comida y que empaña la imagen de los principales candidatos en la campaña electoral.
Una foto del líder laborista Ed Miliband con dificultades para comerse un sandwich de tocineta contribuyó a forjarle una reputación de torpeza de la que trata de despojarse desde entonces.