La pirotecnia, los bailarines y el maestro de ceremonias están todos aquí…pero las mayores estrellas, sin duda, son los elefantes.
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Este circo los utiliza en sus actos desde 1870… aunque en los últimos años, varias ciudades han prohibido su participación.
“Básicamente vemos a través de Estados Unidos una colcha de retazos de legislaciones anti-circo y concluimos que era mejor utilizar nuestros recursos salvando a estos magníficos animales para las generaciones futuras que luchando contra la legislación. Estamos en el negocio del entretenimiento familiar en vivo, no en una lucha contra alcaldías en todo Estados Unidos”, señala Stephen Payne, portavoz del circo Ringling Bros. and Barnum & Bailey.
Participarán hasta el 2018, cuando el último de los 13 elefantes que les quedan sea enviado a un centro de conservación en Florida.
Grupos que luchan por los derechos de los animales, protestan hace décadas contra el uso de elefantes en circos y, aunque ven avances, son escépticos sobre las condiciones que reciben en el centro de conservación.
“La vida de los elefantes en los circos es un infierno, son encadenados en vagones de carga la mayor parte de sus vidas, cuando no están siendo golpeados hasta la sumisión con ganchos para toros, para obligarlos a hacer trucos antinaturales. Pero la respuesta no es confinarlos a un entorno similar al zoológico, sino que puedan sean retirados a verdaderos santuarios”, opina Brittany Peet, portavoz de PETA.
En 2009 PETA difundió un video afirmando que demuestra cómo los elefantes son abusados fuera del escenario. El circo niega el maltrato, diciendo que el video fue editado de manera selectiva y su sonido mejorado.
Mientras se acerca el 2.018, todo indica que el telón caerá por última vez para estos artistas involuntarios.