Les costó despegar. Pero poco a poco los relojes inteligentes van ganándose el visto bueno de los consumidores.
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Al menos eso es lo que puede notarse en el Mobile World Congress, la mayor feria dedicada a los aparatos móviles, que tiene lugar esta semana en Barcelona.
Numerosos modelos salieron al mercado en el último año. Pero según los analistas el 2015 será el año en que esta tecnología vivirá una verdadera eclosión, con fabricantes ofreciendo relojes capaces de conectarse a internet pero con diseños elegantes y prácticos.
“Muchos de los relojes que tenemos no se ven tan lindos. Así que la gente no quiere llevar una pantalla de computadora en la muñeca, quieren algo que se vea lindo en su muñeca, pero que todavía que tenga funciones que quieran usar, ya saben’, señala Joseph Maville, director de productos de Guess.
Desde la estadounidense Apple a la surcoreana LG, numerosos fabricantes presentan este año su versión de esta tecnología conocida como ponible o wearable, con funciones van desde poder hacer llamadas telefónicas, enviar mensajes de texto, correos electrónicos o calcular el ritmo cardíaco o las calorías consumidas por el usuario.
Este tipo de tecnologías van más allá de los relojes, e incluyen también colgantes, cintas para hacer deporte e incluso juguetes sexuales.
Según analistas consultados, en 2014 se vendieron alrededor de 90 millones de estos aparatos ponibles, pero este año se pronostica que la cifra alcance los 200 millones.