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Radiación solar llega al nivel extremadamente alto en Lima

fki2j4cez5bhnmvo4g53qmrpfq.jpg publimetro.pe (ALBERTO ORBEGOSO/PERU21)

Por Andrés Velarde

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Durante la última semana tuvimos algunos días nublados, mucho viento y hasta lloviznas inesperadas. Eso llevó a muchos limeños a despreocuparse por la radiación ultravioleta, dejando de lado el bloqueador solar y los sombreros. Craso error. Si bien las nubes atenúan la intensidad de la radiación, esta sigue presente. En Lima, sus valores se han mantenido en rangos altos que bordean el nivel extremo.

Contrariamente a lo que se piensa, las emisiones de rayos UV no tienen que ver con el calor, sino más bien con la luz que emana del sol, la cercanía a la línea ecuatorial y la altura sobre el nivel del mar. Se estima que por cada mil metros de altura, la intensidad de esta radiación aumenta un 5%. Eso explica por qué las zonas altoandinas son los que reciben la mayor cantidad de radiación solar, pese a que soportan incluso temperaturas bajo los cero grados.

Pero el peligro no solo viene desde el cielo. Mucha de esta radiación nos afecta por que rebota en algunas superficies, como el césped, la arena y la espuma del mar.

Estos rayos vienen en forma de ondas que tienen longitudes más cortas que la luz visible y son de tres tipos: los UV-A, los UV-B y los UV-C. Los primeros, en su mayor parte, son absorbidos por la capa de ozono de la atmósfera. La radiación UV-B, por su parte, es la que hace que la piel se inflame y arda luego de estar expuesta por mucho tiempo a los rayos solares. La más peligrosa es la UV-C.

El dermatólogo, Sandro Tucto, de la Clínica Ricardo Palma, nos explica que estos rayos penetran en los tejidos profundos de la piel, dañando la estructura de las células en los tejidos. ‘La radiación es una energía que se acumula en la piel de forma gradual. Cambia las estructuras del ADN de las células, afectando la capacidad de autorregularse y corregir los cambios que estas tienen. Esto es lo que genera, en algunos casos, el cáncer de piel’, nos explica.

De acuerdo al doctor Tucto, mientras más clara sea la piel de una persona, más expuesta estará. Sin embargo, esto no significa que las personas de piel oscura no tengan que cuidarse, ya que igual pueden sufrir los efectos nocivos de la radiación.

Además, recomienda estar siempre atento a la aparición de lesiones escamosas o rosadas en las zonas expuestas al sol. Podría tratarse de queratosis actinicas o precáncer. Ante la menor sospecha, consulta a tu médico.

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