El equipo del Museo Drents, de Holanda, se topó con un sorprendente descubrimiento: un antigua estatua china de Buda contenía en su interior los restos momificados de un monje. Esta increíble revelación se dio al pasar la pieza por un scanner en un hospital local, como parte de la rutina de los trabajos de restauración. La estatua se expone actualmente en el Museo de Historia Natural de Budapest.
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Monje budista identificado
Los investigadores sostienen que el cuerpo le perteneció al monje budista Liuquan, quien murió en China alrededor del 1.100 d.C. Durante las pesquisas se descubrió que los órganos internos de la momia fueron removidos y reemplazados por ‘pedazos de papel con impresos con caracteres ancestrales chinos que lo identificaban’, de acuerdo al Centro Médico Meander, de Amersfoort.
