La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, enfrentó este lunes las denuncias de “uso de información privilegiada” y “tráfico de influencias que caen sobre su hijo, afirmando que su gran prioridad es trabajar por una “nación más justa y equitativa”.
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En una de sus primeras actividades después de tres semanas de vacaciones, Bachelet reconoció que “como madre y presidenta han sido momentos difíciles y dolorosos” y negó estar al tanto de la reunión que tuvo su hijo, Sebastián Dávalos, con el vicepresidente de uno de los principales bancos del país, lo que le permitió a su esposa acceder a un millonario crédito por 10 millones de dólares para la compra de terrenos.
“Yo no tuve ninguna información previa ni después. Me informé en (la localidad de) Caburgua por la prensa”, dijo Bachelet este lunes en una breve declaración a la prensa, en la que sólo aceptó tres preguntas.
Cabe recordar que en medio de las vacaciones de Bachelet, se destapó el escándalo que terminó con la renuncia de su hijo al cargo de director de organizaciones socioculturales de su gobierno, ejercido tradicionalmente por las primeras damas y por el cual no percibía remuneraciones.
Por otro lado, la mandataria evitó hacer declaraciones sobre el presunto caso de espionaje de Chile a Perú. Como se sabe, el ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Gonzalo Gutierrez, afirmó que existen ‘pruebas claras y fehacientes’ del supuesto delito.