El grandioso Carnaval de Rio de Janeiro arrancó este lunes su segunda y última noche con la presentación de otras seis escuelas de samba, en una jornada de homenaje a Rio y de polémica por los fondos de un desfile dedicado a Guinea Ecuatorial.
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En una noche cálida y sin lluvia, a diferencia del domingo, las escuelas de samba comenzaron a desfilar ante 72.000 animados espectadores en el Sambódromo carioca a partir de las 9:30 p.m. (hora local).
“Estoy nerviosa, emocionada, muy feliz. Tengo el corazón vuelto loco”, dijo a la AFP Michele Vieitas, de 35 años, que se estrenaba en el Sambódromo en la percusión de la escuela Sao Clemente.
“El carnaval de Rio es lo más bonito del mundo. Es una explosión de alegría, el momento para sacar fuera todo lo que llevamos dentro”, contó mostrando cómo le temblaban las manos de emoción minutos antes de que su escuela comenzara el desfile.
Las más esperadas
Las más esperadas de la noche eran quizás Portela, la escuela del popular barrio Madureira que no sale campeona desde 1984 cuando dividió el título con Mangueira y Beija-Flor, una eterna favorita.
“Hemos trabajado tanto, desde hace meses, que ahora sólo siento ansiedad y emoción por mostrarlo todo. Me muero de ganas por pisar el Sambódromo”, dijo Rodolfo Matus, un joven de 21 años que baila para Portela, la escuela que dedicó su desfile a la “Cidade Maravilhosa” y será la segunda de la noche.
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Aniversario y controversia
La ciudad de Rio festeja el 1 de marzo los 450 años de su fundación y Portela lo aprovechó para organizar un desfile que rinde homenaje a la ciudad bajo la mirada surrealista de Salvador Dalí.
La comisión de frente que lidera el desfile ostentará enormes tarjetas postales, el ala de las bahianas representará una gigantesca torta de cumpleaños y habrá hasta trenes que evocan el viaje a Madureira desde el centro de Rio.
Beija-Flor, eterna favorita al título de campeona (que no gana desde 2011), exaltará un África “fuerte, alegre y colorida”, con énfasis especial en Guinea Ecuatorial, excolonia española.
Sin embargo, ha despertado la polémica porque según el diario O Globo, el desfile ha sido financiado en casi cinco millones de dólares por el presidente Teodoro Obiang, que dirige el país con puño de hierro desde su golpe de Estado en 1979. Un portavoz de Beija-Flor aseguró a la AFP que solo recibió de Guinea Ecuatorial “un apoyo cultural y telas”.
El diario O Globo informó que el hijo de Teodoro Obiang, Teodorin, que asistiría esta noche al desfile en el sambódromo, reservó las siete suites más caras del hotel más lujoso de Rio, el Copacabana Palace, y asistió el sábado de noche al baile de disfraces del hotel, “impasible y sin sonreír”, rodeado de guardaespaldas.
Imperatriz Leopoldinense centrará su desfile en el fallecido líder sudafricano Nelson Mandela y su lucha contra el apartheid.
Gimnasios, cirugías plásticas y desfiles de moda tomarán los 720 metros de la “avenida Sapucaí” como se conoce al sambódromo con la escuela Uniao da Ilha, que celebrará la belleza.
A disfrutar que se acaba el mundo
El domingo, Mocidade Independente fue una de las escuelas que encantó al público. Dirigida este año por Paulo Barros campeón en 2012 y 2014 con Unidos da Tijuca Mocidade fascinó con sus originales disfraces y carros con efectos especiales con un enredo que preguntaba: ¿Qué haría usted si el mundo se acaba y le quedan 24 horas?
El vestido de la portaestandarte de la escuela parecía prenderse fuego, un gran carro con carteles publicitarios de moteles giraban dejando ver parejas hetero y homosexuales y hasta “ménage à trois” en la cama, otro carro llevaba hombres y mujeres bailando desnudos en la calle.
El miércoles se conocerá a la escuela campeona, elegida por 40 jueces que evalúan la batería, los carros alegóricos, los disfraces, el tema del desfile, la samba, la armonía, la comisión de frente, la portabanderas y su acompañante y la evolución de la escuela por la pista.
“El carnaval es un asunto muy serio para nosotros”, comentó a la AFP Marco Ligorio, de 54 años, que desfila hace tres décadas en este famoso Carnaval. Desde hace un par de años está con Sao Clemente. “Los que no son brasileños pueden pensar que esto es sólo cosa de unos días. Y no, es mucho trabajo y mucha dedicación”, afirmó.
Pero el sambódromo no tiene el monopolio del Carnaval: éste se toma las calles de Rio y otras grandes ciudades de Brasil como Salvador de Bahía y Recife (noreste). Millones de brasileños y turistas participan en estos “blocos” o grupos de carnaval callejero, bailando sin inhibiciones y con increíbles disfraces dando rienda suelta a la cerveza y a sus fantasías.
No hay tabúes en Carnaval: por las calles de Rio uno se topa día y noche con hombres de velludas piernas en minifalda, disfrazados de Mujer Maravilla o de abejitas, con negras disfrazadas de geishas, con ancianos en pañales y chupete, con cowboys “gays” vestidos de rosa…