La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, envió para debate al Congreso este sábado un proyecto de ley que despenaliza el aborto terapéutico.
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De ser aprobado este permitiría la intervención únicamente en caso de malformación fetal, riesgo para la vida de la madre o violación.
“Se trata de una situación difícil que debemos enfrentar como país maduro. Amamos la vida y nadie quisiera interrumpirla, menos una madre. Pero cuando está en riesgo su vida, o la vida que se gesta es inviable o fruto de la violencia sexual se ponen en tensión los principios éticos, derechos y criterios de humanidad que están en juego”, señala Bachelet.
Unas 16.510 mujeres ingresan al año en hospitales chilenos por embarazos relacionados con peligro de vida para la madre o malformaciones del feto incompatibles con la vida.
“Los hechos han demostrado que la prohibición absoluta y la criminalización de toda forma de interrupción del embarazo no han impedido ni impiden su práctica en condiciones de gran riesgo para la vida y salud de las mujeres”, agrega.
El proyecto de ley especifica que para realizar el aborto terapéutico, se requerirá del diagnóstico de un médico, ratificado por otro profesional. Solo si la mujer está en riesgo de muerte se podrá contar con la aprobación de un solo médico.
En 24 años de democracia, por la presión de la iglesia católica y grupos conservadores, ninguna iniciativa legal para restaurarlo ha prosperado.