El ministro de Gobierno de Bolivia, Jorge Pérez, informó ayer que Martín Belaunde se entregó a las autoridades de su país. Ello, tras conocer la orden de detención preventiva dictada por el Tribunal Supremo de Justicia.
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‘El señor Belaunde se comunicó con la policía e informó el lugar en el que se encontraba. Él no estaba escapándose de la justicia boliviana, ni de nadie, y quería que lo pusieran a derecho para que lo lleven donde debía estar hasta que concluya su trámite de refugio’, dijo en conferencia de prensa. La detención de Belaunde fue ejecutada por el propio Pérez. A Belaunde se le ubicó en un departamento de Bajo Llojeta, a 40 minutos del centro de La Paz.
De acuerdo a la prensa boliviana, desde allí fue trasladado a las instalaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen. Fue llevado en una camioneta de la policía sin ser esposado, como se pudo ver en imágenes de Cadena A de Bolivia.
El abogado de Belaunde, Jorge Valda, informó que su representado ha solicitado que se cambie la sede de su detención provisional al domicilio que ha venido ocupando en Bolivia, cuya dirección es conocida por la Comisión Nacional del Refugiado (Conare).
Gonzalo Hurtado, miembro del Tribunal Supremo de Justicia de Bolivia, explicó que esta detención no implica la inmediata extradición de Belaunde, sino que forma parte de todo un proceso para proceder a su retorno al Perú.
Comisión Belaunde La Comisión que investiga este caso en el Congreso recibió ayer al suspendido fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia y a la exprocuradora Yeni Vilcatoma. Ramos Heredia aseguró que como las imputaciones contra Belaunde son ‘específicamente penales’, no se le puede considerar un perseguido político.
