Las redes sociales, especialmente Twitter, son desde hace un tiempo escenario de agravios e insultos que se intercambian congresistas, ex presidentes y ministros.
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Para los especialistas en estas herramientas tecnológicas de comunicación, este mal uso de las redes sociales solo da pie para reforzar una imagen poco seria de los funcionarios públicos.
Hace algún tiempo, la Asociación Civil Transparencia, con apoyo de especialistas en redes sociales y comunicación, está trabajando en la redacción de pautas para que los políticos y funcionarios públicos hagan un buen uso de estos medios.
‘Lo que se busca principalmente es que los líderes políticos hagan un mejor aprovechamiento de sus cuentas’, le dijo hoy a Publimetro Gerardo Távara, secretario general de Transparencia.
Señaló que un punto importante es que los políticos diferencien entre los comentarios de carácter institucional y los de tono político o partidista.
‘Deben recordar que están sometidos a un Código de Ética de la Función Pública que se aplica a todos los funcionarios públicos y miembros del Estado’.
Távara asegura que los políticos pueden valerse del derecho de libertad de expresión que les asiste, pero no contravenir los puntos recogidos en ese código de ética.
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Este documento, que comenzó a gestarse antes de los polémicos tuits del ministro Daniel Urresti, está en elaboración. Transparencia espera tenerlo listo ‘en el transcurso de esta semana’. Más que de un código de conducta en redes sociales, se trata de un manual de su correcto uso desde la función pública.
En la misma línea de Transparencia, el Jurado Nacional de Elecciones pidió mesura a los políticos en las redes sociales y un ‘intercambio objetivo’ sobre temas centrales para el país.
‘Hacemos un llamado a los políticos a guardar el nivel alturado, a ser tolerantes y, sobre todo, a ser respetuosos de los demás’, declaró ayer su presidente Francisco Távara.
¿Disculpas?
El ministro del Interior, Daniel Urresti, usó hoy su habitual ironía para pedir ‘perdón’ a sus rivales por sus tuits ofensivos.
•Excusas encubiertas. ‘He dicho que Alan García es un ególatra, si no lo es, le pido perdón’, dijo. Usando esta misma retórica, también se disculpó con Keiko Fujimori por decir que ella había estudiado fuera del país con dinero público. •Libertad de expresión. Urresti reividicó este derecho y acusó a la prensa de resaltar solo sus dichos y no los de otros políticos.•Educación. Dijo que, por un ‘pedido expreso’, desde ahora será más comedido.
