Para ellos, no hay Nochebuena. Bajo una torrencial lluvia, padres de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos hace tres meses en el estado de Guerrero se concentraron ante la residencia oficial del presidente del país.
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“Para nosotros, en nuestros hogares no hay una feliz navidad porque nos falta un miembro de la familia. Se lo habíamos advertido que si había navidad para nosotros no iba a haber navidad para él o su gabinete”, señala Felipe de la Cruz, portavoz de las familias de los estudiantes desaparecidos.
Enrique Peña Nieto solo se ha reunido en una ocasión con ellos y le acusan ahora de no cumplir su promesa de redoblar esfuerzos hasta encontrarlos.
Los estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre después de ser baleados por policías locales corruptos.
La investigación de la fiscalía apunta a que los agentes entregaron después a los jóvenes al cártel Guerreros Unidos, que los habría asesinado e incinerado sus cadáveres.
Pero por el momento sólo se han identificado los restos de uno de los estudiantes. Para los familiares, la culpa entera es del Estado.
“Definitivamente para nosotros no hay descanso hasta encontrarlos. Y a donde quieren que nos vayamos, la exigencia es una nada mas: que tienen que presentar con vida a los 43 normalistas que el estado se llevo, porque fueron policías que se los llevaron, y para nosotros repetimos y lo gritamos siempre que es un crimen de estado”, señala De la Cruz.
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Desesperados y agotados pero con un espíritu inquebrantable, para los padres de los normalistas el único regalo posible es que sus hijos aparezcan.
Este viernes se cumplirán tres meses del brutal crimen.
