La ciudad de Peshawar está de luto. El ataque en una escuela para hijos de militares ha sido el atentado más sangriento de la historia de Pakistán.
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Un total de 141 personas, entre ellas 132 niños, murieron este martes en este ataque talibán.
Según testigos, los atacantes pasaron de clase en clase para matar a los menores, y por lo menos uno de ellos hizo estallar la bomba que llevaba encima.
Desde Londres, un especialista en seguridad comentó el ataque.
“Pertenecen a una organización insurgente que desea destruir el estado. Al atacar una escuela demuestran claramente la incapacidad de gobierno para proteger a sus niños’, señala Raffaello Pantucci, especialista en Seguridad Internacional.
Los líderes mundiales condenaron el ataque.
La premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai, que milita por la educación de las niñas en esta misma región del noroeste del país, denunció calificó de atroces y cobardes los actos de los talibanes.
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El ejército puso fin a la operación después de siete horas de combates contra el movimiento talibán.
Aseguraban que querían vengar la ofensiva militar que tiene lugar desde junio contra sus refugios de las zonas tribales vecinas.
