Tal como lo solicitó, el ministro de Justicia, Daniel Figallo, asistió ayer al Pleno del Congreso cerca de las 4 p.m. para explicar por qué se reunió con la exprocuradora anticorrupción Yeni Vilcatoma, a quien le consultó sobre la situación de Martín Belaunde Lossio en el Caso ‘La Centralita’ y si este podría acogerse a la colaboración eficaz.
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Durante su exposición, Figallo negó cualquier intención de presionar a la exprocuradora. Rechazó además las versiones que afirman que trató de favorecer a Belaunde. ‘Nunca intervine para torcer voluntades hacia fines innobles o para favorecer a quienes la ley debe perseguir, ni para generar impunidad’, enfatizó.
Dijo que reunirse con procuradores es parte de su función como titular de Justicia y presidente del Consejo de Defensa Jurídica del Estado.
Figallo recalcó que los audios de las conversaciones con la exprocuradora ‘fueron recortados y editados’, por lo que no constituyen prueba en su contra. Por ello, exigió acceder a los audios originales. Al respecto, la Contraloría General informó que estos audios han sido derivados ya al Congreso y la Fiscalía.
Durante el acalorado debate posterior, congresistas de la oposición, como el fujimorista Juan José Díaz Dios, acusaron al presidente Humala de utilizar a Figallo y señalaron que el rastro de la corrupción llega hasta Palacio de Gobierno, involucrando a Nadine Heredia. La bancada nacionalista respondió recordando casos de corrupción en los gobiernos de Alberto Fujimori y Alan García.
Al finalizar la jornada, el Pleno aprobó que la moción de interpelación presentada contra Figallo el 5 de diciembre sea debatida en la siguiente sesión.