Por Sabrina Rodríguez
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El potencial turístico de Barranco es innegable. El 70% del distrito es considerado zona monumental y, aunque es un distrito de pequeñas dimensiones, alberga 244 casonas y monumentos declarados patrimonio inmueble.
Por ello, la gestión de la alcaldesa Jessica Vargas -ya de salida, será reemplazada desde enero por Antonio Mezarina- emprendió varias líneas de trabajo para recuperar el potencial turístico del distrito. Buscó restaurar algunos espacios alicaídos y fomentar negocios de lujo en casonas abandonadas.
El último esfuerzo es la restauración del emblemático Puente de los Suspiros con fondos del Plan Nacional de Copesco, del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, y la Municipalidad de Lima. Aquí, un repaso a las estrategias del municipio y opiniones de los vecinos.
1. Puente de los Suspiros. El 18 de junio comenzaron los trabajos de rehabilitación y, con tres meses de retraso, el municipio espera inaugurarlo a mediados de diciembre. ‘Hay que ajustar unas pocas observaciones, pero está casi listo’, nos dice la alcaldesa Jessica Vargas. Sin embargo, según dueños de negocios de la zona, las obras -madera nueva para el puente y mejor iluminación- no son suficientes. ‘En la parte alta de la Bajada de Baños, hay un mirador al que no llegan los trabajadores de limpieza. Los focos no los cambian’, lamenta el empresario Enrique Delucchi. Además del puente, se recuperarán la Bajada de Baños y la ermita del lugar.
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2. Boulevard Sánchez Carrión. El conocido Boulevard de Barranco, un pasaje de agitada vida nocturna, entró el año pasado en proceso de remodelación. El municipio le puso pisos adoquinados, maceteros, bancas, farolas y cámaras de seguridad para controlar posibles desórdenes. En paralelo, comenzó a fiscalizar rígidamente los niveles de sonido de los locales (un reclamo insistente de los vecinos) y a priorizar la oferta cultural como un nuevo tipo de negocio en el boulevard. ‘Aún existen algunos problemas con locales que recurrieron a acciones de amparo. Nosotros hemos trabajado con ellos para convencerlos de que dejen de ser simples cantinas y otorguen un valor agregado a sus clientes’, dice Vargas.
3 Hoteles boutique. Como tercer eje de trabajo, el municipio se propuso atraer inversión privada para convertir casonas y palacios antiguos en hospedajes de lujo con galerías de arte. Uno de ellos es el Hotel B, en el cruce de San Martín con Sáenz Peña. Vargas señala que en estos momentos ya se están restaurando dos casonas más en la calle Carlos Zegarra. ‘En la avenida Grau hay una casona en la que están interesados varios grupos hoteleros’, agrega.
