En las sesiones del Pleno del Congreso, suele presentarse una imagen común: la de las curules vacías. Los parlamentarios llegan tarde, participan en actividades paralelas o directamente no asisten a las votaciones.
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Especialistas como José Cevasco, ex oficial mayor del Congreso, consideran que estas ausencias refuerzan la mala imagen del Legislativo, que en estos momentos tiene solo un 12% de aprobación.
Explica que los congresistas que faltan sin justificación (lo que cuenta como inasistencia) están sujetos a un descuento en su sueldo de planilla. Se aplica por cada día de ausentismo laboral.
En paralelo a las sanciones económicas, Cevasco propone otras cuatro medidas para reducir las inasistencias de los congresistas.
1.- Publicar los descuentos que se aplican por no votar ni en el Pleno ni en la Comisión Permanente. En este sentido, explica que el actual reglamento del Congreso solo establece la difusión de las inasistencias, no los descuentos. ‘La mayor sanción para un político es que se hagan públicas sus malas prácticas’.
2.- Regular las licencias para evitar abusos. ‘Se conceden por viaje, enfermedad, por un trabajo en otro órgano del Congreso o por la función de representación, pero presumimos que incluyen encubrimientos injustificados’. De hecho, hay una artimaña frecuente para que no se les descuente por llegar tarde. ‘Se les concede una tolerancia de dos minutos. A veces, para evitar que se les descuente por cinco minutos de tardanza, envían una carta aduciendo que estaban ejerciendo su función de representación’.
3.- Eliminar las sesiones de grupos de trabajo y otras actividades cuando hay Pleno. En algunos casos, los congresistas no faltan por irresponsabilidad, sino porque participan en actividades del Congreso paralelas, que pueden ir desde comisiones a inauguraciones de exposiciones fotográficas. En los días de Pleno, según la norma interna actual, solo puede haber comisiones si el propo Pleno las autoriza antes. ‘Pero esa excepción es una regla general’, lamenta Cevasco.
4.- Dar una norma para que los accesitarios puedan sustituir al congresista cuando no está para no perder su voto. ‘Cuando el congresista no asiste al Pleno, la población que votó por él ya no está representada, porque su voto no existe’.