El avión Boeing 757-200 de la compañía American Airlines, que viajaba entre San Francisco y el aeropuerto internacional de Dallas-Fort Worth, inquietó ayer a sus pasajeros que notaron cómo las paredes de la nave se agrietaban tras un fuerte ruido.
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El piloto decidió volver al aeropuerto de San Francisco luego de 13 minutos de desconcierto. Al principio la tripulación no consideró preocupante el inconveniente, pero ante la insistencia de los pasajeros, según informa NBC, el piloto emprendió el regreso.
Un portavoz de American Airlines informó que la causa de la grieta se debía a un problema con un conducto de aire. Según la compañía, no hubo despresurización ni el avión estuvo en peligro en ningún momento.