¿Podríamos estar asistiendo a una revolución en el servicio de habitaciones? Un hotel tecnológico de la localidad estadounidense de Cupertino, en California, cree que sí. Está probando su primer mayordomo robótico. Botlr lleva una pajarita, su cara es una pantalla táctil y parece un artefacto futurista como se los imaginaban a mediados del siglo XX.
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El mini mayordomo se encarga de entregar objetos (cargadores de móvil, aperitivos o cepillos de dientes) a las habitaciones. Se desplaza mediante sensores y rayos láser, y usa el wi-fi para llamar al ascensor o avisar de su llegada.
Mejor que con propinas, los clientes pueden mostrar su aprecio con un tuit positivo. Botlr se fabricó con piezas hechas con una impresora 3-D por una empresa de Silicon Valley especializada en ayudas robóticas para discapacitados.
