Caminar sobre brasas de carbón o atravesarse las mejillas con sables, signos de devoción durante el llamado ‘festival vegetariano’ de Phuket, en el sur de Tailandia.
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Desde el jueves, y durante nueve días, miles de creyentes taoístas se torturan para purificarse y homenajear a los dioses chinos.
Los adeptos son principalmente hombres, y dejan de comer carne varios meses antes del festival.
Durante el evento, los participantes no sólo evitan la carne sino también cualquier vicio.