Casi oculto por la maleza, junto al Río Spree, está uno de los pocos restos que quedan en pie del Muro de Berlín. Hace 25 años, los berlineses tiraron abajo gran parte de este símbolo de la Guerra Fría.
Pero hoy activistas luchan por evitar que las autoridades locales destruyan sus últimos vestigios para construir una calle.