Las autoridades temen que el virus de ébola pueda extenderse en West Point, el mayor barrio pobre de Monrovia, la capital de Liberia, después de que un grupo de personas saqueara una clínica en cuarentena para pacientes presuntamente contagiados y robaran diversos artículos, incluyendo sábanas manchadas de sangre.
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Los disturbios, que se produjeron el sábado en la noche, fueron realizados por ciudadanos indignados de que algunos pacientes fueran trasladados a este barrio desde otras partes de Liberia.
El incidente crea nuevos desafíos para las autoridades de salud liberianas, que ya de por sí pasan apuros para contener el brote de este mortal virus. Ayer la policía restauró el orden en West Point, donde viven al menos 50 mil personas, de acuerdo con un censo realizando en el 2012.
Por otro lado, la agencia encargada de la cooperación en las fronteras exteriores de los países de la Unión Europea (UE), Frontex, suspendió temporalmente los vuelos de deportación de inmigrantes a los países de África Occidental afectados por el ébola.
Vuelos cancelados
Según informó el director de Frontex, Gil Arias Fernández, fueron cancelados los vuelos programados para los próximos meses. En entrevista con la emisora española Radio Gallega, Arias Fernández aseguró que las deportaciones no se retomarán hasta que no haya “ciertas garantías” de que la epidemia esta controlada.