Las actividades culturales son una manera sana de divertirse y, sobre todo, de ampliar conocimientos. Entre las opciones están las visitas a museos y monumentos, pero para los limeños no ocupan un lugar preferente.
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El año pasado, solo el 27,8% de limeños visitó museos, monumentos, lugares históricos y arqueológicos, según un reciente informe del observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos, realizado con data que abarca hasta diciembre del año pasado.
Patricia Alata, coordinadora de este estudio, lamenta esta ‘cifra muy baja’. Para ella, hay dos factores claros que desincentivan esta buena práctica entre los limeños: la falta de calidad de la oferta y su concentración en una única zona de la ciudad.
‘Muchos museos están en el Cercado de Lima y es difícil pedirle a un vecino de Cieneguilla que vaya hasta allá. Tiene que pagar un par de pasajes en bus, perder mucho tiempo viajando y luego pagar el ticket para entrar al sitio’, explica.
En este sentido, Alata recuerda que en los últimos años se han abierto nuevos museos como la Casa de la Gastronomía, pero fueron creados siempre ‘dentro de los mismos distritos’.
El estudio deja también cifras más positivas, como las visitas crecientes a las bibliotecas municipales. A estos lugares acudieron un 21% más de limeños el año pasado con respecto al 2012. Alata lo explica así: ‘Muchos distritos organizan ahí talleres, presentaciones de obras, conferencias. Es genial que lo hagan, porque así aprovechan un buen espacio para generar más oferta cultural’.
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También asegura que la falta de una industria cultural articulada en la ciudad propicia que muchos limeños acudan a las bibliotecas para consultar libros. Estos datos llevan a Alata a lanzar una primera recomendación a las municipalidades: deben entender la cultura como un concepto más amplio que la oferta tradicional de museos y teatros.
‘Es crucial que los gobiernos distritales entiendan que la cultura también son graffitis, conciertos y otras actividades que forman la identidad y el sentimiento de pertenencia a la ciudad’, comenta Alata.
Su segundo consejo es que las autoridades locales vean la cultura como una inversión. ‘No es un gasto. La cultura fomenta la educación y ofreces alternativas a muchos jóvenes en las propias calles’.
¿Qué pasa con el deporte?
A fines del 2013, Lima tenía 1.591 espacios para practicar deportes, 135 menos que en el 2012.
-Instituto Peruano del Deporte. El año pasado, 34.590 niños y adolescentes de 6 a 17 años se inscribieron en sus programas deportivos de atletismo, ajedrez, artes marciales, básquet, fútbol, etc.
-Municipalidad de Lima. En el 2013, se beneficiaron más de 214 mil limeños de programas deportivos como Lima se Mueve, Lima Juega y Escuelas Deportivas.