“Lamentablemente, no hay ningún sobreviviente”, declaró el presidente francés, François Hollande, quien añadió que militares franceses enviados al lugar para asegurar la zona “recuperaron una caja negra”.
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Asimismo, veinte gendarmes y policías franceses se disponían el viernes por la noche a partir al lugar del accidente para llevar a cabo una investigación e identificar a las víctimas.
El presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, y su homólogo burkinés, Blaise Compaoré, visitaron por separado el lugar del accidente, situado cerca de Gossi a unos 100 kilómetro de Gao.
La mayor parte de las víctimas del accidente del avión de la española Swiftair, operado por Air Algérie, son francesas, entre ellas diez miembros de una misma familia del este de Francia, indicaron parientes suyos.
Hollande dijo que investigan todas las hipótesis, principalmente la del mal tiempo.
La tripulación había señalado que cambiaba de ruta a causa de las condiciones meteorológicas particularmente difíciles.
Un helicóptero del ejército burkinés localizó los restos del aparato, un McDonnell Douglas MD83, el jueves en la zona de Gossi, una ciudad del norte de Malí cerca de la frontera con Burkina Faso.
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El avión, que se dirigía a Argel, se estrelló 50 minutos después de haber despegado de Uagadugú.
La presidencia francesa confirmó que el aparato, totalmente “desintegrado”, fue localizado y que un drone del ejército francés sobrevoló la zona del accidente el jueves por la noche.
Según un nuevo balance oficial, en el avión viajaban 54 franceses, 23 burkineses y ciudadanos de otros países, entre ellos Canadá, Líbano y Argelia, que declaró un duelo nacional de tres días. Los seis miembros de la tripulación eran españoles.
Un destacamento terrestre de un centenar de soldados franceses, que partieron de la ciudad malí de Gao a bordo de unos 30 vehículos, llegaron el viernes por la mañana al lugar de la catástrofe.
Su misión es “asegurar la zona” y recopilar elementos útiles para la investigación, así como los cuerpos de los pasajeros, explicó el ministro francés de la Defensa, Jean-Yves Le Drian.
La secretaria de Estado a cargo de los franceses en el extranjero, Fleur Pellerin, dijo desde Burkina Faso que “no había personas sospechosas entre las registradas en el avión”, si bien “habrá que espera que se pueda investigar en el lugar”.
“La configuración del sitio y las imágenes que han mostrado esta mañana (…) hacen pensar que se trata probablemente de una causa mecánica ligada a las condiciones meteorológicas”, agregó.
Las imágenes filmadas en el lugar por soldados burkineses muestras restos metálicos difícilmente identificables esparcidos en un radio de decenas de metros. Los principales elementos del avión no son visibles.
– Avión en “mil pedazos” –
Según el primer ministro burkinés, Luc Adolphe Tiao, el avión “se descompuso en mil pedazos”. “Ni siquiera estamos seguros de que podamos reconstituir los cuerpos, dada la pequeñez de los pedazos”, agregó.
La región de Gao es una zona peligrosa, donde están presentes yihadistas, bandidos y traficantes de armas, que se aprovechan de la inmensidad de esa región, en parte desértica, difícil de controlar.
Los soldados franceses están presentes desde el inicio de la intervención francesa en Malí en 2013 para expulsar del norte del país a grupos vinculados con Al Qaida en el Maghreb Islámico (AQMI), una región que ocuparon durante nueve meses.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) indicó el viernes que “hará todo lo posible” por mejorar la seguridad aérea, que es la prioridad, tras una semana negra en la que más de 460 personas han muerto en tres accidentes aéreos.
Un total de 48 personas murieron en un accidente aéreo en Taiwán, a causa del mal tiempo, mientras que otras 298 personas fallecieron después de que un avión de Malaysia Airlines fuera derribado por un misil en el este de Ucrania.