“Fue hace unas tres semanas. Recibí el llamado y mi esposa, que es ucraniana, estaba sorprendida. Al comienzo, mis compañeros de equipo [Metalist Kharkiv] bromearon conmigo pensando que no era verdad, pero después presenté el documento y todos vieron que era en serio. Pasé para la directiva del club y se resolvió todo, aparentemente fue un error del ejército”, explicó el mediocampista de 34 años.
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Edmar vive en Ucrania desde 2002 y, nacionalizado, ya vistió la camiseta de la selección ucraniana en 11 partidos y anotó un gol.
El país está sumergido en una fuerte conflicto armado entre el gobierno y rebeldes separatistas prorrusos, que empeoró con la caída de un avión con 298 personas a bordo, derribado por un misil.
El jugador dijo a Globo Esporte que nunca vio una situación tan tensa y descartó de plano servir en el Ejército aún si la situación empeorase.
“No quiero ni pensar en esa posibilidad, creo que todo fue resuelto y sólo quiero pensar en jugar fútbol, que es lo que sé hacer. En 2004 hubo una revolución en Ucrania, pero fue pacífica, nunca vi nada parecido”, dijo refiriéndose a la revolución naranja, un movimiento de resistencia prooccidental.
Edmar vive en Kharkiv, una ciudad aún no afectada por el conflicto.
Varios jugadores extranjeros que juegan en equipos de primera división de Ucrania, incluidos varios brasileños y argentinos, se negaron a volver con sus clubes debido a la tensión política en la que esta inmerso el país.
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Los brasileños Alex Teixeira, Fred, Douglas Costa, Dentinho y el argentino Facundo Ferreyra están entre los que abandonaron el Shakhtar Donetsk, vigente campeón de liga, tras el partido, en el que se impuso el Lyon por 4-1.
Pero el club aseguró en su sitio web que la seguridad del plantel estaba garantizada y que los entrenamientos y partidos serían celebrados en localidades lejanas a las áreas de conflicto.