Windows 7 está con los días contados. Microsoft anunció que desde el 13 de enero de 2015 dejará de desarrollar el soporte técnico y las actualizaciones del mencionado sistema operativo.
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La firma estadounidense planea así que sus usuarios se muden a la plataforma de Windows 8 y Windows 8.1, a pesar que un considerable porcentaje de ellos aún prefiera el Windows XP. El cese del servicio a Windows 7 no significa que no se pueda seguir usando, sino que se dejará de contar con los parches de seguridad originales, dejando expuesto al sistema a eventuales malwares.
Utilizar las nuevas plataformas de Windows facilitaría el acceso a productos originales, así como la compatibilidad con la gama de smartphones de Microsoft.